Ah que pinche Hollywood
Hay que reconocerlo, las películas de Hollywood nos encantan y lo seguirán haciendo. Sin embargo eso no me impide enumerar unas cuantas falacias del cine gringo, después de todo como decimos a veces "es sólo una película".
- En pelis como Corazón Valiente, Troya o Gladiador; cada que Mel Gibson, Brad Pitt o Russell Crowe sonríen casi podemos sentir su enjuague bucal, sus dientes son perfectos. Manuel Valverde, historiador y crítico de arte dice: "la noción de higiene personal se adoptó hasta el siglo XIX, en épocas antiguas no había condiciones salubres para que esos personajes lucieran así".
- Este es típico en las películas: recibir un plomazo en la pierna, al momento el héroe chilla y grita como nena, pero al poco rato lo vemos corriendo y plomeándole la madre a los malos. Diego Meraz del hospital de Santa Teresa dice: "un disparo en el muslo aún con un arma de bajo calibre provocaría la fractura de algún hueso en la pierna y la persona posiblemente entraría en shock".
- Otra típica es cuando el héroe corre hecho la madre para huir de una peligrosa explosión, recordemos que detrás de él todo explota y logra en el último momento hacer un salto heróico para salir volando unos cuantos metros y con apenas unas raspaduras. Eligio Orozco, profe de física de la Unam señala: "Las llamas y proyectiles producidos por una explosión viajan a velocidades superiores a la del sonido, ni el mejor velocista podría escapar. La onda de choque producida por el sonido de una explosión provocan cuando menos que una persona pierda el conocimiento".
- Qué me dicen cuando para huir un personaje salta por la ventana rompiéndola en pedazos, y con sólo cubrirse un poco el rostro sale bien librado. El profe anterior nuevamente nos dice que las ventanas se rompen en pedazos más grandes que se incrustarían en la persona, no hay manera de romper una ventana con el cuerpo y que ésta se caiga en pedacitos.
- Y otro clásico: lanzar un cigarrillo encendido sobre un río de gasolina para que se haga un caminito de fuego y se logre una super explosión. El químico Omar Solorza del IPN dice: "el cigarrillo no tiene la suficiente temperatura para lograr evaporar la gasolina, por lo que al mojarlo con este líquido seguramente el cigarro se apaga".
